Muchos hemos escuchado continuamente la famosa frase “lo fácil nunca es bueno” o no actuemos como “Pepe el vivo”, sin embargo, en el momento que nos toca decidir, nos inclinamos siempre por menospreciar o sacarle la vuelta a nuestro “buen amigo” “el abogado” al conocedor de la materia, sin pensar en los dolores de cabeza que ganaremos luego. Pues a muchos les ha pasado que estamos por cumplir el sueño de nuestra vida, adquirir nuestra nueva casa o departamento, ya sea con los ahorros de toda nuestra vida o con dinero producto de nuestra unión al banco por el resto de la vida, sea como fuere ya tenemos el dinero, el inmueble y de pronto en la notaria o banco nos solicitan la minuta de compraventa, ¿y qué es eso?...
Cuántas historias no hemos escuchado sobre el famoso terrenito o casa de los papas que al morir terminan enemistando a los hermanos. Un tema que podría solucionarse en vida con un Anticipo de Legítima. Pero que por falta de conocimiento o recursos para iniciar ese trámite termina por ser olvidado.
Tantos años trabajando para alguien o para alguna empresa, que uno termina aprendiendo el negocio o con los ahorros de toda la vida uno decide constituir la empresa propia, pero...¿tienes RUC?, ¿emites facturas?, o… ¿tienes empresa? Ahí mismo comenzamos a averiguar cómo será la constitución de empresa, y paseamos por SUNAT, Registros Públicos y llegamos finalmente expectantes a una Notaría, hasta que nos dicen: Trae tu minuta. Y ahí se acabó el sueño: ¿Qué es una minuta de constitución de empresa?, ¿cómo lo hago?, ¿cuánto me cuesta?
Hay circunstancias en la que por alguna u otra razón (por ejemplo, un viaje, estudios, salud o simple disponibilidad de tiempo) no podemos estar en un lugar donde necesitamos estar para hacer alguna gestión legal. Por lo que necesitamos que otra persona nos ayude, o más bien nos represente para realizar en nuestro nombre esa gestión que no podemos atender directamente, para eso existe el PODER DE REPRESENTACIÓN
La constitución o creación de tu empresa puede ser un proceso facilísimo o problemático, la diferencia entre uno y otro, lo decides tú mismo, escogiendo entre dejarlo en manos de un especialista o no.